Cómo ser un pensador estratégico

Cómo ser un pensador estratégico

El pensamiento estratégico es vital para las empresas si quieren llevar a su organización desde donde se encuentra actualmente hasta donde desearía estar idealmente.

El objetivo de toda empresa es añadir valor a lo que ofrece a sus clientes y, al mismo tiempo, aumentar los márgenes de beneficio. Este objetivo se hace más alcanzable cuando la organización cuenta con personas con visión de futuro dispuestas a aportar una perspectiva diferente y a abrazar la creatividad y la innovación. Según este artículo de Forbes, los pensadores estratégicos son los líderes más eficaces.

Pero, ¿cómo se desarrolla una mentalidad estratégica y cómo se sabe cuándo se están utilizando las habilidades del pensamiento estratégico? En este artículo trataremos de responder a estas dos preguntas y, al mismo tiempo, analizaremos por qué debería esforzarse por ser un pensador estratégico.

¿Qué es exactamente el pensamiento estratégico?

En términos sencillos, el pensamiento estratégico implica procesos de pensamiento profundos y creativos a la hora de planificar a largo plazo en lugar de realizar el trabajo diario de forma transaccional. Los pensadores estratégicos suelen

  • Tener una visión global de la empresa, sus procesos y los clientes a los que sirve.
  • Anticiparse a las tendencias externas e identificar más fácilmente los puntos críticos y las oportunidades emergentes.
  • Saben tomar decisiones difíciles y mantener la empresa dentro de los límites de sus recursos.
  • Inspiran al resto del personal para que trabaje en pro de la visión global de la empresa.
  • No se quedan quietos y se mueven constantemente ellos mismos y su equipo hacia objetivos ambiciosos experimentando y tomando decisiones con conocimiento de causa.

La clave para pensar estratégicamente es aprender a canalizar su propio proceso de pensamiento para que trabaje a su favor hacia sus objetivos, en lugar de en su contra dudando de sus habilidades y acciones.

¿Qué se puede hacer para desarrollar el pensamiento estratégico?

Desarrollar habilidades de pensamiento estratégico puede ser complicado, pero hay muchas cosas que puede hacer para ayudarle. He aquí algunas que puede poner en práctica:

Libere su mente de procesos excesivos

Es imposible encontrar tiempo para pensar estratégicamente si constantemente hay que cambiar de tareas, asistir a reuniones o trabajar en una amplia gama de procesos laborales. Muchos directivos se ven atrapados por la ejecución diaria de su función y no tienen espacio en el cerebro para pensar en el trabajo estratégico necesario para progresar ellos mismos y sus equipos.

Esto puede curarse delegando tareas en otros y dando a los miembros del equipo la posibilidad de asumir tareas que les ofrezcan la oportunidad de aprender. Revise los horarios y busque reuniones que puedan eliminarse. Tome el control de su agenda y cree mejores límites.

Establezca prioridades de forma eficaz

Las tareas urgentes suelen ser enemigas de las importantes. Si pasa todo su tiempo de trabajo reaccionando a peticiones de última hora, se encontrará atrapado en un bucle reactivo y le costará ponerse proactivamente al frente de las cosas que puede conseguir.

Siempre habrá nuevos problemas luchando por su atención, pero para ser un líder estratégico, debe centrarse sólo en aquellos proyectos que hagan avanzar sus objetivos principales. Prioriza despiadadamente las tareas haciéndote la pregunta: “¿Qué es lo más importante que tengo que conseguir?”. Mantén los objetivos en el centro de lo que haces y no tengas miedo de hacer frente a demandas contrapuestas.

Los pensadores estratégicos buscan soluciones, no problemas

Los pensadores estratégicos no sólo buscan problemas, sino que ofrecen soluciones. Suelen hablar de lo que va bien, de lo que podría ir mejor y de lo que es posible, y no se detienen en los aspectos negativos de lo que va mal.

Adapta a tu trabajo un enfoque orientado a las soluciones y evita a tu demonio interior, que tratará desesperadamente de evitar los problemas y el fracaso al que pueden conducir.

Haz más preguntas y de mayor envergadura

Los pensadores estratégicos cuestionan sus suposiciones y analizan los problemas desde distintas perspectivas antes de decidir cómo proceder. Una forma de conseguirlo es con los seis métodos del sombrero pensante:

Sombrero blanco: El sombrero blanco le permitirá centrarse en lo que puede aprender de los datos de que dispone, así como en las tendencias actuales y pasadas.

Sombrero rojo: El sombrero rojo consiste en analizar los problemas desde el punto de vista de los sentimientos (los tuyos y los de los demás) utilizando la emoción y la intuición.

Sombrero negro: El negro es el sombrero de la precaución donde buscarás puntos débiles en tus planes e intentarás crear planes de contingencia para contrarrestarlos.

Sombrero amarillo: El sombrero amarillo es donde usted en el punto de vista más optimista y planificar para esta eventualidad.

Sombrero verde: Cuando pienses con el sombrero verde, utilizarás tu creatividad para encontrar soluciones innovadoras.

Sombrero azul: El sombrero azul es aquel en el que observas los procesos e intentas poner orden y estructura a tus ideas y pensamientos.

Por supuesto, un verdadero pensador estratégico cambiará entre estos sombreros instintivamente, pero aquellos que quieran aprender a pensar estratégicamente pueden entrenar su cerebro trabajando a través del proceso.

Buscar y observar tendencias

Las tendencias son vitales en cualquier industria u organización. Las tendencias suelen comunicar a los directivos de dónde viene el sector y hacia dónde se dirige en el futuro. Cuando se piensa estratégicamente en las tendencias, a menudo se está en condiciones de afrontar lo que pueda surgir en el futuro.

Si quiere pensar de forma más estratégica, comprométase a estudiar las tendencias laborales y mantenga la mente abierta a las opiniones de los demás.

No temas preguntar por qué

No tenga miedo de cuestionar el statu quo dentro de su organización, del sector en general, así como de cuestionar sus propias suposiciones. Cuando se plantee una cuestión que no entiendas del todo, haz preguntas y trata de comprender cuál es el resultado deseado.

Sea estratégico en las preguntas que formule. Dedica tiempo a pensar qué es lo que no entiendes y explica a los demás por qué te cuesta entender la cuestión. Desafía a tu cerebro para que piense con originalidad y muéstrate dispuesto a probar nuevas ideas que eliminen o eludan por completo la cuestión.

Reflexione sobre todo

El pensamiento estratégico suele activarse cuando una persona se toma el tiempo de reflexionar sobre las tareas que ha completado. Cuando se repasa el proceso de pensamiento sobre las tareas completadas, hay muchas posibilidades de encontrar soluciones creativas. La reflexión te dota de las herramientas necesarias para actuar mejor en el futuro y te aporta experiencia para abordar problemas similares.

Conclusión

Desarrollar la capacidad de pensamiento crítico puede parecer desalentador. Sin embargo, en el mundo laboral moderno es vital para que una organización avance. Nuestro consejo más importante (junto con los anteriores) es mantener la mente abierta en todo momento y estar dispuesto a ir más allá de lo que estás acostumbrado a hacer para ver el panorama general.